Hurtando la alegría para no morir más todavía
Bajando escalones para subir a la cima
Leyendo los cadáveres que dejamos con vida
Bocados de realidad en aguas cristalinas
Derechos sin poder ni bendición contraída
Levantando cada pie tras cada caída
Sulfatando los corazones de mentes desvalidas
Acariciando las púas que matan valías
Así, acaparando la contradicción,
la marca de la casa es la cojera,
la cara amarga de la claridad,
los besos rotos de una mala novela
Descifrando el dolor y la paz en cada línea...
Mal sabor y cenizas de otra pétrea despedida...
8x4x2
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