La palabra de un niño resuena lejana
Se dilata el miedo materno con la noche
Su voz retumba entre las montañas
El padre recorre laderas, valles y ríos
La desesperada madre sucumbe al dolor
Le oyen llamarles desde lugares varios
Al no hallarle, les abate la desolación
Desamparados apuran sus pocas fuerzas
Días y días transcurren sin lograr nada
La voz del niño es lo que les queda
La distancia y el tiempo son la amenaza
Ellos gritan su nombre sin respuesta
Casi no oyen su voz, parece desgarrada
Abatidos sollozan al subir otra cuesta
No encuentran a su pequeño del alma
Más de una semana le llevan buscando
Las noches son frías y el hambre agota
El niño desamparado está ahí llorando
Turbados, el uno en el otro se apoyan
Estando abrazados y cabizbajos perciben
Que todos los sonidos en sólo un instante
Han quedado desvanecidos en el aire
Y les toca alguien que aparece de repente
Alentada pensando que puede ser su niño
La madre se alza convencida de su acierto
Pero ve pasmada que nada ha sucedido
Empapada despierta de este fatídico sueño
