Deseo insaciablemente corregir el rumbo de mis palabras, pero ellas, una vez que salen de mí, florecen y se diversifican hasta columpiar los hechos hasta la desintegración de los motivos que las parieron.... Deseo no figurar en el desfile de lentejuelas y luces que ronda por las calles de mis párrafos, pero estos ya han atrapado mi esencia y, con su poder desmoralizador, me han arrebatado todos los colores, excepto el negro...
Deseo olvidar lo que escribo, lo que abrigo en cada texto, lo que yaga cada latido que ha retumbado en mi pecho, para dejar de pasear por el lecho imposible que me tiene presa dentro de mis armarios, de mis sombreros y de la vida....
Deseo parar esta avalancha de carniceros que me cortan en rebanadas y se reparten las sobras, porque hambre sólo es una la que mi estómago abre, sólo una espada de noble puño puede atravesar esta carne, estos huesos y este alma, y no son dignos ni capaces de hacer de ellos un manjar para dioses...
Deseo no vivir más sin morir contigo, sin destrozar el tiempo que marca el reloj, sin romper cada muro de llanto que con sangre, silencio y sudor bañé, porque sólo una voz calma la furia tanto como la enerva, porque en sólo una vida no cabe todo lo que puedo, quiero y siento, porque no basta con el viento, no basta sin estallar en el fuego que me quema por dentro....
No hay comentarios:
Publicar un comentario