La vida paralizada y la pillería en danza. Cabezas que ruedan, huecas de sentido, y se deslizan hasta el mar como el hielo derretido. Y no está la mía entre ellas, yo ya caí y me sigo levantando. No perdí la cabeza en deslumbramientos falsos. Me quedé siempre tan cerca de la verdad... que nadie me puede encontrar... Nadie me encuentra... a mí....
A mí, que soy dos, que soy un par de tontos, un par de ojos, un par de manos... Un par para caminar, para entender, para volar...
La vida quemada, deshabitada, mientras que los astros se baten en duelos de venganza necia y absurda, mientras las flores se marchitan y caen al fondo de una salina...
Mi sangre brota, ya no son lágrimas, no es ni pena ni gloria... Brota mi ser, mi raíz, mi inercia... tengo tendencia a ser yo y perderme en esa sonrisa...
La vida malgastada en tatuajes de falsas heridas, en gritos despedidos sin medida y sin motivo, para luego acurrucarse en un agujero, alejándose de la lluvia que es la vida... La vida...
Derretida al calor glaciar y me preguntan si soy o si vendo... Yo no vendo... yo ni soy... lo que soy no es más allá de mí... de mí... que soy dos... una vez por mí... una vez por ti...
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