y en el todo se nota como la vida mengua.
Caminamos dormidos esperando solo
que llegue alguien que abra nuestras puertas.
Dañamos por un miedo que nos vence,
cuando todos comemos del mismo recipiente,
Cuidamos de no dar y al final todo se pierde.
Nos rendimos y no disfrutamos lo suficiente.
Yagas perpetuas, un mundo sin fiebre,
febril no obstante ante la rutina carroñera.
Sumidos en fragancias que matan flores,
vivimos en la esclavitud de un rey sin bandera.
Cáliz de tosco barro es nuestra Tierra.
Se beben nuestra sangre los que gobiernan,
se matan entre hermanos por riquezas,
se odia más que se ama, y eso es un problema.
Pedimos calor pero nos asusta el fuego
Divagamos sobre cómo los demás "deberían",
¿y nuestros "debería" los escondemos?
¿Sospechas cuáles experiencias obtendrías?.
Quizás no sea una maestra en este arte,
mas no me interesa serlo y ni atraparte con él,
Hay en estas líneas una lluvia de verdades.
No hay por qué ver negro aquello que no lo es.
La vida es un momento lleno de contrastes.
Tiempo agridulce, que a veces es un disparate.
Pero también tiene sus segundos inolvidables,
Para que aliviemos todos los males en un instante.
Vida con matices, con colores diferentes.
Hay que tragar cuchillos y lidiar con serpientes.
Pero a la que no le cambiaría ni un detalle,
pues vivo en amor y el amor todo lo entiende.
Y es que he perdido la fe en la humanidad,
pero no en el poder de crecer del ser humano,
que aprende a contracorriente mucho más
que yendo a ciegas entre cemento y sin manos.
Así nos quieren, sin palabra ni alternativa,
llevando a nuestros corazones a una venganza.
Caminemos en lugar de caer de rodillas,
Moriremos igual, pero equilibrando la balanza.
Si sabiendo esto, no abrimos las puertas,
si no caen las fronteras rendidas a la evidencia,
si no fluimos, y seguimos poniendo rejas,
el mundo seguirá muriendo, perdido y sin esencia.
Yo hoy me entrego al amor que habita en mí,
tomando impulso para salir de este pre-marco,
para enloquecer de cordura y volver a latir,
para sentirte y ver por siempre mis ojos iluminados.
Sólo deseo que nadie tema vivir en su propia piel,
que mis palabras no se derramen sin conocerte,
que todos se encuentren con su buena suerte,
y que halles en mis ser el lugar dónde esconderte.
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